La educación es la única arma para combatir las injusticias, las desigualdades y la discriminación

sábado, 5 de febrero de 2022

LA EDUCACIÓN DE ADULTOS

  ALGO MÁS QUE ENSEÑAR



El haber ejercido mi profesión en todas las etapas educativas que contempla nuestro sistema educativo, durante 43 años, me ha permitido tener un conocimiento muy amplio de lo que encierra la palabra EDUCAR  desde un punto de vista muy personal.

Cada etapa requiere una estrategia y un trato distinto con el alumnado que nos encontramos en el aula. Aunque los objetivos y los contenidos que se trabajan vienen marcados, muy claramente, en cada una de las distintas leyes de educación. Estas leyes no recogen las peculiaridades del alumnado y las necesidades individuales que cada uno  demanda, así como su situación familiar . El conocimiento de estos aspectos facilita el proceso educativo para que los resultados finales sean lo más satisfactorios posibles. He impartido clases desde las edades más tempranas (educación infantil), pasando por la educación primaria y la antigua segunda etapa (actualmente sexto de primaria y primero y segundo de la ESO) hasta aterrizar en la educación de adultos.

Educar a niños y niñas en la etapa de educación infantil requiere por parte del profesorado una mayor atención a las características emocionales de este alumnado, por ser una etapa en la que el niño se acaba de separar del seno materno y tiene que encontrar en la escuela la seguridad y confianza que le da la familia, de la que se ha visto privada. La paciencia, la creatividad y la afectividad deben ser las cualidades fundamentales que debemos tener presente en esta etapa para poder atender las necesidades, tanto del alumnado como de su familia.

La etapa de la educación primaria es uno de los momentos educativos más importantes en la vida de niños y niñas. La comprensión de las realidades individuales nos permite una cercanía muy necesaria para motivarlos en las tareas y ayudarlos en su formación educativa. Equilibrar la cercanía con nuestra autoridad es muy importante para que el alumnado conozca dónde están los límites en las normas de clase. Cada alumno tiene un ritmo de aprendizaje distinto y asume las normas establecidas según su propio criterio, por este motivo, la paciencia, la observación y la planificación, son requisitos importantes para la puesta en marcha de una práctica docente con garantía de éxito.

Cuando tuve la oportunidad de impartir clases en un centro de adultos, descubrí la importancia de una metodología  adaptada a un alumnado muy diferente al que había tenido durante gran parte de mis años de docencia. Ese descubrimiento se fue haciendo poco a poco porque ninguna guía educativa me proporcionaba los datos suficientes para conocer a fondo las peculiaridades de este colectivo que era nuevo para mí y con unas características más específicas por ser de Ceuta

La mayoría del alumnado que me encontré entonces y con los que sigo en la actualidad,  son mujeres musulmanas y de origen marroquí. Su lengua materna es el dariya (dialecto  árabe que se habla en la zona norte de Marruecos). Algunas de ellas han nacido en los barrios de la periferia de Ceuta( El Príncipe, Sarchal…) pero no fueron a un centro educativo por lo que no están alfabetizadas y su nivel de español es muy bajo, ya que apenas salieron del entorno donde viven, por lo que han tenido poco contacto con castellanohablantes. Otras nacieron en Marruecos y viven en Ceuta, o se desplazaban, antes de cierre de la frontera,  desde su país de origen hasta nuestra ciudad por cuestiones de trabajo.

El objetivo fundamental que persiguen es el conocimiento de la lengua castellana tanto hablada como escrita, ya que gran parte de ellas poseen un bajo nivel de lecto-escritura y un gran desconocimiento de la lengua oral. Pretenden una mejora en la comunicación para poder adaptarse mejor al entorno en el que viven, para la búsqueda o la mejora de empleo o para tener un mayor acercamiento al proceso educativo de sus hijos. En un principio, la motivación inicial parte de lo expuesto anteriormente, pero una vez que asisten a las clases y participan activamente en todas las actividades educativas y complementarias del centro, su interés se convierte no solo en un interés educativo, sino también en un interés social y de relación con el resto del alumnado con el que conviven a diario.

Tienen mucha dificultad de aprendizaje porque a pesar de la gran motivación que les anima a asistir, la continuidad no siempre es la necesaria para que los resultados sean los adecuados. Las circunstancias familiares de cada una de ellas son, en gran parte, un inconveniente para que asistan a diario. Antes de comenzar su jornada educativa deben tener resuelto todos los temas domésticos de los que se ocupan con gran esmero y dedicación, asumiendo que estas tareas no deben ser compartidas con su marido. En algunos casos, son los maridos los que les impiden acercarse al centro educativo, o una vez que ya han comenzado a asistir les ponen múltiples inconvenientes. El temor a que la socialización y la formación que puedan adquirir en el centro de adultos, sean motivos para que se muestren más independientes y conozcan mejor sus derechos, suele ser un obstáculo para una asistencia regular, incluso el que haya hombres en el aula puede ser también otro  motivo para que dejen de asistir . El cuidado de sus hijos y la responsabilidad del control de su educación es otro factor añadido. Se despiertan mucho antes del amanecer para realizar todas sus tareas domésticas y dejar a los niños en el colegio antes de asistir a clase. Las que venían de Marruecos para trabajar en Ceuta, salían de su domicilio de madrugada para cruzar la frontera y estar en su lugar de trabajo antes de las 9 de la mañana. Asistían a clase al finalizar su jornada laboral, en horario de tarde, y volvían a su país de origen al anochecer para atender  todas las necesidades de su familia. 

Suelen ser muy vulnerables por varios motivos: escasa formación y desconocimiento del idioma porque solo ejercen el rol de ama de casa, saliendo de su entorno familiar exclusivamente para asistir a clase o para realizar las gestiones relacionadas con su papel de madre-esposa, por lo que tienen una autoestima muy baja y piensan que no están capacitadas para asimilar el proceso lector. Si son víctimas de violencia de género, no se atreven a denunciar. Solo en el caso de una fuerte motivación, que viene acompañada de alguna charla o debate sobre el tema en clase, son capaces de sacar a la luz de forma muy privada, el calvario que están sufriendo. Tienen miedo por el futuro incierto que les espera , ya que no tienen independencia económica y no conocen los recursos asistenciales que la ciudad posee para los casos de violencia machista.

A pesar de los inconvenientes que nos encontramos en el proceso educativo de este alumnado, el entusiasmo, el esfuerzo, la dedicación y el gran interés que manifiestan diariamente es lo que garantiza, en gran medida, el éxito de su aprendizaje, por lo que en su mayoría, consiguen asimilar la técnica de la lecto-escritura y mejorar su expresión oral, llegando incluso a acceder a las Enseñanzas Iniciales o a la Educación Secundaria

La educación de adultos no solo es enseñar, es empatizar, socializar y conocer muy de cerca los inconvenientes de este alumnado para con paciencia, afectividad y comprensión, conseguir los objetivos propuestos.


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