62 MILLONES DE NIÑAS SON ÁUN ANALFABETAS EN EL MUNDO.
El 11 de octubre se
conmemoró el "Día Internacional de
la Niña", aprobado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas con el objetivo de reconocer y dar difusión a los problemas que ellas
confrontan, tales como la discriminación y la violencia. La atención también se
centra en la necesidad de promover el cumplimiento de sus derechos humanos y
por lo tanto, proporcionarles el DERECHO A LA EDUCACIÓN, ya que en muchos
países son ellas las primeras en abandonar la escuela para dedicarse a las tareas
del hogar y al cuidado de los hermanos menores. El tiempo que dedican a estas
labores limita el tiempo que tienen las niñas para jugar, pasar tiempo con
amigos, estudiar o sencillamente ser niñas.
Las niñas de entre
5 y 14 años dedican a las labores del hogar un 40 por ciento más de su tiempo, es decir, 160 millones de horas al día, que los niños. Un informe de Unicef
lanzado durante el 'Día Internacional de
la Niña' muestra la desproporción en el reparto de tareas del hogar entre sexos. Las niñas dedican un 30 por ciento más de su tiempo, o lo que es
lo mismo, 40 millones de horas más al día que los niños, a lavar, cocinar o
cuidar de familiares. Éste es un trabajo
infravalorado y poco visible.
La sobrecarga de trabajo doméstico no remunerado empieza en la primera infancia y se intensifica cuando las niñas llegan a la adolescencia. Como resultado de esto, las niñas sacrifican oportunidades importantes de aprendizaje, crecimiento, y simplemente de disfrute de su infancia. Esta distribución desigual de las labores entre niños y niñas perpetúa los estereotipos de género y la doble carga sobre las mujeres y las niñas de generación en generación.
El Día
Internacional de la Niña, declarado por la
Asamblea General de Naciones Unidas, reconoce los derechos de las niñas y
los desafíos excepcionales a los que se enfrentan en todo el mundo.
En este día es importante visibilizar y reivindicar el derecho que tienen las niñas a la educación, independientemente de la situación administrativa, familiar o económica en la que se encuentren. Existen niñas en Ceuta que no están escolarizadas por no estar empadronadas y esto limita en gran medida su desarrollo personal y el acceso al mundo laboral en el futuro, condenándolas así a ejercer trabajos poco remunerados y relegándolas al papel de ama de casa exclusivamente, sin expectativas de realizarse fuera del ámbito doméstico.